A la que llevas un tiempo funcionando por Landabenburg, percibes que hay un montón de reglas, hábitos y comportamientos que no salen en los papeles, que nadie te los ha dicho explícitamente, pero que tienen una importancia vital a la hora de que tú presencia en la fábrica sea más un fluir que un tropezar.
En la relación con los compañeros, en el devenir de las ocho horas de trabajo, en tú fase, en el llegar y encontrar, en la comodidad más que en el incordio,... hay un compendio de normas no contempladas en los manuales o reglamentos. Unas te las imaginas, otras las preguntas, alguna te la cuchichean, la mayoría las intuyes, pero, sobre todo, tenedlas en cuenta, porque al igual que en otras facetas de la vida, el hábito y la tradición tiene un fundamento y arraigo bastante más sólido que cualquier normativa, protocolo o leyenda (y mira que en Landabenburg, por supuesto, todo está escrito y es verificable).
De todas ellas (que hay muchas, y os invito a dejarlas en los comentarios de este post), la regla no escrita del millón parece ser la de cómo te hacen fijo, pero como eso son palabras mayores y, literalmente, meterse en camisa de once varas, la que a mi me hace gracia, y padecí, es la de subir las escaleras por la derecha y bajarlas por la izquierda... si no quieres ser atropellado por la marabunta camino del vestuario.
Igualico que en el metro de Madrí, oye. Lo que no funciona bien es eso del "dejen salir antes de entrar", pero es que esto es Navarra, ya se sabe...
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